Afortunadamente, Menorca ha conseguido ejercer un control férreo sobre el desarrollo urbanístico de la isla para evitar la sobreexplotación de sus recursos y no convertirse en el típico lugar de vacaciones organizadas. Las pequeñas ciudades y pueblos de la isla ofrecen a los visitantes la posibilidad de disfrutar de unas vacaciones tranquilas y sosegadas, incluso en temporada alta.
Menorca cuenta con magníficos espacios naturales, un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Es una isla verde, llena de pinos y amplias praderas en las que pasta el abundante ganado de los pueblos menorquines. Existen carriles bici que recorren las praderas y los pastos y que ofrecen a los excursionistas maravillosas vistas de la isla y la bahía. La costa norte de Menorca es áspera y rocosa, mientras que en las costas del sur abundan las calas de arenas finas y doradas, arropadas por pequeños acantilados y gargantas.
Menorca es famosa no sólo por el ambiente sosegado que reina en la isla, sino también por las fuertes brisas que levanta la naturaleza. De ahí que a la isa se la conozca como la isla de la brisa marina. Este tiempo agitado cautiva a los turistas, que casi siempre deciden volver o instalarse en la isla indefinidamente.
Los habitantes de la isla de Menorca son muy alegres y hospitalarios. Aunque el castellano y el catalán (menorquí, en el dialecto de la isla) son las lenguas que más se emplean en la isla, también resulta fácil encontrar gente que habla otros idiomas europeos. La mayoría de los habitantes de Menorca son católicos, pero también hay representantes de otras religiones mayoritarias. No hay problema alguno en que los turistas visiten las iglesias, pero hay que tener en cuenta que se deben respetar ciertas normas de comportamiento que atañen también las prendas de vestir.
También hay que resaltar la especial importancia y cariño que los menorquines tienen por sus fiestas. Cada pueblo celebra sus fiestas durante varios días en los que los caballos recorren las principales plazas y calles ante el asombo y admiración de vecinos y visitantes.